Burgos, 12 de julio del 2021.- El talento, la experiencia y la profesionalidad de los equipos de personas en las compañías define hoy la supervivencia de cualquier proyecto empresarial. Por fortuna, éste es el mejor activo con el que estoy trabajando ahora mismo en la dirección de Green Mowers. En este sentido, el gobierno de las personas, de los profesionales, se encuentra inmerso en una ola de cambios y integraciones digitales para encontrar la máxima eficiencia en la actual coyuntura.
Por ejemplo, la figura del Director Corporativo de Personas ha ganado un peso cualitativo en el trabajo diario con el CEO de cada compañía. Así lo ha explicado Antonio Núñez Martín, Senior Partner de Parangon Partners especializado en Liderazgo y Gobierno Corporativo. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por CUNEF, MBA por el IESE Business School, Master in Public Administration por la Harvard Kennedy School of Government y Doctor por la Universidad Rey Juan Carlos.
Según este experto, las razones del nuevo rol del Director Corporativo de Personas son las siguientes:
El CEO como líder de la organización seguirá siendo el garante de la estrategia, la motivación y la cultura de la empresa, pero no podrá hacerlo solo. Es aquí donde la figura del Director Corporativo de Personas (DCP) cobra protagonismo convirtiéndose en uno de los activos estratégicos más vitales que puede tener la organización, asociándose estrechamente con el CEO(Chief Executive Officer) y el CFO (Chief Financial Officer). Este «triunvirato» de liderazgo será el responsable de ejecutar la estrategia comercial, con roles distintos, pero altamente interdependientes: el CEO define o lidera la visión y la estrategia; el DCP articula e impulsa la agenda de las personas y el CFO administra los recursos financieros y las inversiones.
El papel del Director Corporativo de Personas se está volviendo cada vez más complejo y cambia continuamente debido a una amplia gama de factores, algunos de los cuales se han acelerado con la actual pandemia, incluyendo la innovación y la transformación digital fruto en gran parte de la tecnología; la inteligencia artificial, la automatización de muchos procesos, el perfil cambiante de la fuerza laboral, las nuevas formas de trabajo y el nuevo enfoque en el talento.
En estas semanas hemos podido hablar con muchos DCP y realizar una amplia encuesta (2) a más de 700 directivos que nos han aportados datos clave sobre su nuevo rol en la empresa y los nuevos retos a los que se tendrá que enfrentar a causa de la crisis provocada por el COVID.
En este entorno de gestión de las consecuencias de la crisis, nos encontramos con una serie de retos a los que se enfrentará el DCP a medio y largo plazo. Entre todos nos gustaría destacar:
- Colaborar con el CEO en asegurar la implementación de la Estrategia Corporativa, estableciendo el foco en el propósito, la misión y los valores.
- Establecer proactivamente e Implementar un Plan de RRHH para los próximos meses con objetivos y decisiones dependiendo del desarrollo de los acontecimientos, incluyendo Relaciones Laborales que ayude a la organización a adaptar sus recursos.
- Involucrar a su gente con determinación y aspiración para superar los desafíos, así como integrar y unir a las personas, siendo una referencia positiva en un momento de incertidumbre y ansiedad.
- Arquitecto de la forma y modelo de trabajar en el nuevo contexto. Reasignar equipos y dedicaciones en función de las nuevas prioridades
- Plantear la «reconstrucción» tras las posibles «heridas» provocadas por procesos de regulación temporal: valorar si se ha perdido el compromiso, qué acciones poner en marcha y desde qué planos.
- Identificar, retener y desarrollar el talento interno e identificar y atraer el mejor talento externo.
Según Antonio Núñez Martín, para tener éxito en el escenario post COVID, este directivo debe dominar cinco habilidades clave que apenas estaban en su radar hace media década: habilidades de transformación, aceptar la disrupción, practicar la agilidad, resolver la estructura organizativa, emplear análisis de datos y facilitar nuevos entornos de trabajo.

En un mercado cada vez más incierto, hay una pregunta que todo CEO se hace en estos momentos de alta incertidumbre: ¿existe el directivo de personas perfecto para afrontar las consecuencias de la crisis? Absolutamente no. Pero sí que nos podemos aproximar al perfil que las principales empresas necesitarán en el nuevo contexto surgido como consecuencia de la pandemia que estamos viviendo. En estas reflexiones, trataremos sobre el «retrato robot» de este líder 10. Y partiremos de una de las mejores definiciones de liderazgo que implica a aquella persona capaz de alinear a toda la organización hacia un objetivo compartido. Este nuevo DCP que necesitan las compañías deberá conjugar un mix de diferentes capacidades y competencias directivas. A continuación las detallamos en un decálogo.
1. Mentalidad y visión estratégica con una clara visión para el negocio.
2. Gestión del cambio con flexibilidad.
3. Liderazgo integrador con capacidad de motivar, inspirar y unir a las personas.
4. Valores y ejemplaridad: solidaridad, cercanía, humildad, optimismo, valentía y ética.
5. Formar parte del negocio, conocer sus claves, procesos y diseñar culturas y estructuras coherentes con él.
6. Capacidad ágil de decisión y ejecución. Conocimiento y experiencia en implementación de metodologías ágiles.
7. Resiliencia y gestión de la adversidad.
8. Colaboración y trabajo en equipo, liderando en red, de forma transversal y multifuncional.
9. Eficiencia y orientacion a resultados.
10. Innovación, creatividad y transformación digital.